Hoy empieza de verdad , Merzouga-Zagora, una antigua etapa del Dakar de la que me llegan recuerdos del año 2008, cuando con un navara de serie, sin esperiencia y sin saber donde nos metiamos, nos lanzamos a la aventura y con mucha pero que mucha suerte, conseguimos acabarla pasando por Hi-Remlia. Eso si, el balance de daños considerable, dos ballestas rotas. Tenemos un track nuevo para pasar Hi-Remlia mas al norte, por un desfiladero entre dos montañas. Salimos temprano del hotel, repostamos en Rissani y empezamos a recorrer pequeñas pistas asfaltadas que nos conducen por el palmeral. A los pocos kilómetros, entramos en la pista que nos conduce al primer paso del rio Rhemis. El rio no lleva mucha agua pero vemos barro y decidimos hacerlo andando para ver la consistencia. A los pocos minutos aparece un niño que nos indica por donde pasarlo. En el otro lado volvemos a coger la pista que nos conduce a una montaña de piedras por donde se pierde la pista y navegamos con el gps. Cuando retomamos la pista, volvemos a ver aquellos paisajes que tanto echábamos de menos. Montañas, arena, piedras, camellos, en fin, el desierto puro y duro. Fuera del coche 43 grados. Por fin, al cabo de unas horas, tras pasar por un rio de arena de unos kms, llegamos al desfiladero para pasar Hi-Remlia. El paso entre las dos montañas es precioso. Una vez pasado el Oued, se suceden los platós, a cual mas bello. La pista va paralela a la frontera argelina y se suceden los puestos militares. De los cuarenta kms últimos, nos acordábamos bién. Un pedregal infernal en el que no pasamos de 30 por hora por miedo a destrozar los coches. En medio del pedregal, nos encontramos con un viejo conocido Zayed, que te saca los dirhams con una sonrisa que para si la quisiera un actor de cine. Y lo que mas sorprende es que una persona invalida, arrastrándose por el desierto, en un clima infernal y sobreviviendo cada día con lo poco que consigue de los extranjeros que paran en su humilde chiringuito, pueda mostrar esta sonrisa. Yo por mi parte, sigo alegrándome año tras año que Zayed me saque los dirhams. Casi de noche, llegamos a Zagora donde nos espera un baño caliente y a la cama. Hoy a sido una etapa de las de verdad, 11 horas de piedras, arenas y platós. Mañana mas Insalah.
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